«Contingencia ambiental»

Contingencia de cámaras… perdón

“Contingencia ambiental”

En estos días se está viviendo en CMDX (Ciudad de México) antes mundialmente conocida como D.F. y en la periferia una serie de controles «ambientales» para, según las «autoridades» del otrora Infierno Federal, disminuir los índices de partículas que afectan la calidad del aire y que nosotros vemos en forma de «neblina contaminante»… aunque es raro pensar que a Papá Gobierno le interese tener un aire limpio y que desde los rascacielos se pueda ver el colorido panorama.

Sacando de circulación temporal a muchos automóviles se obtiene una ventana de tiempo suficiente como para establecer nuevos métodos y planes de control que después se notaran en forma de más cámaras, más radares de velocidad, más lentes pertenecientes al Gran Carnal (Big Brother). ¿Será acaso que las cámaras de vigilancia instaladas en las calles necesitan tener menos carros en circulación para así poder detectar a otros que les interesan? Disminuir densidad para controlar mejor; ¿estarán buscando a alguien?

  
Esto solo es estrategia y control mediático porque en realidad no se ven a los responsables de la protección de la ecología y medio ambiente haciendo operativos y mucho menos patrullas de transito que sancionen a quienes “no debieran circular”... a pesar de tener un carro modelo 2016 que cumple con los estándares para circular en el resto del mundo «civilizado» (por referirse a vehículos importados desde tierras en las que las medidas son mas estrictas).

    

 


Todo esto supone, literal, una cortina de humo para disfrazar la privatización del transporte público, el petróleo e incentivar, a quienes puedan, el consumo de auto híbridos o eléctricos (no olvidando lo mencionado líneas arriba). Casualmente todo esto ocurre después de una semana en la que se disfrutó de un cielo azul y panoramas despejados, que al volver de golpe la nata contaminante que durante años ha acompañado a los habitantes de la «mega metrópolis», haría que los habitantes experimentaran un lapsus de «¿Qué pasa cuando tienes todo y de pronto nada?». 

Aunque en este caso se quedo en un simple: «¿Y el cielo azul, 'amá?»

Saludos desde el bosque donde no hay cámaras y en donde la nata esta hecha de leche bronca.

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