9/28/2016

Orden 66



Orden 66

Se dice que la caída de Roma sucedió cuando a los romanos se les olvido lo que era ser romano. No quiero subirme a la moda de lo retro, la nostalgia y los Member Berries. Soy un hijo de los 80s y desde que recuerdo, siempre hemos estado en crisis y el gobierno siempre ha sido tirano. Crecí en los suburbios de la Ciudad de México en un barrio de clase media alta y entre mis recuerdos más lejanos ya aparecen los fantasmas del secuestro y el narcotráfico; de la droga escondida en los dulces y los roba-chicos; de la televisión “mentirosa” y de un candidato asesinado. Eso sí, recuerdo que la solidaridad en la gente era más genuina y que uno no andaba por la vida cuidándose la garganta. 


Es un hecho que el internet tiene un poder sorprendente sobre muchas personas, en los 90s aplicaba lo de “búscalo en el diccionario”. Hace cinco años todos decían “lo voy a googlear”. Hoy, la gente ya no cree ni le interesa creer y no creen por ego, por temor a quedar en ridículo debido a su ignorancia. Esta interconexión entre usuarios, lejos de educar e inspirar, ha separado al mundo. Por un lado están aquellos que saben dónde conseguir el conocimiento y exploran lo que pueden de la red (4.66 mil millones de sitios web o 4% del internet.1 Deep Web representa el 96% del internet.2),  por el otro lado están aquellos usuarios centralizados, que son la mayoría y que ven el internet a través de los ojos de Facebook, sin salir de las mismas quince páginas que ya tienen programadas. 


No se trata de sermonear a nadie, ni andar de moralejo por la vida. Pero la idea de democracia como la conocemos es una idea muy perversa. La definición dice que es un «sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes». ¿Pero qué pasa si la mayoría es estúpida? Todo ese acceso a la información nos está convirtiendo en una sociedad de repetidores. Repetidores que todos los días reciben su dosis diaria de adoctrinamiento que los hace sentir bien e inteligentes. Este “conocimiento” podrá ser presumido en redes sociales, lo que eventualmente dará lugar a una de esas discusiones acaloradas con otro usuario que recibe su información por otro lado. Nunca llegaran a nada pero el ganador podrá sentirse en paz porque la gente vio de que está hecho. El otro ganador se sentirá más rebelde que nunca. La gente que presencio la discusión los seguirá, los convertirá en “influencers” y esta acción se repetirá hasta que todos sean líderes de opinión entre su comunidad cada vez más atomizada.


Fue el miedo lo que llevo a los Americanos a aceptar el Patriot Act, es difícil no sentir miedo cuando uno ve las torres colapsándose y las imágenes de los aviones estrellándose una y otra vez. ¿Pero cuál es la excusa para aceptar algo como la Regla 41? El “Comité” (The Advisory Committee on Criminal Rules for the Judicial Conference of the United States) propuso actualizar la Regla 41, parte de las Reglas Federales de Procedimiento Criminal (Federal Rules of Criminal Procedure) para otorgar al gobierno Americano súper poderes para poder hackear teléfonos y confiscar computadoras de forma remota. Una vez más se usan palabras como libertad, democracia, seguridad, terrorismo, enemigos, etc. La gente común y corriente sigue pidiendo leyes que nunca va a leer, pero que creen que defienden sus derechos y lo protegen de todo mal… ¡sike!


 

El gran problema aquí es que un buen número de personas sigan creyendo que un político algún día moverá un dedo por ellos. Los políticos llegan a esas posiciones a través de compromisos con terceros y estos terceros dan la bendición al activar la maquinaria que hará que el político llegue al puesto deseado, si hace bien su trabajo se le mantendrá en la nómina, sino, se va al olvido. Lo que la gente no alcanza a comprender es que las leyes que se aprueban en Estados Unidos dejan precedente en todo el mundo. ¿O porque nos tenemos que seguir quitando los zapatos en el aeropuerto?  



Esta frase es de 1850 y describe a la perfección el estado de nuestro planeta: “La ley, ¡pervertida! La ley y tras ella todas las fuerzas colectivas de la nación, ha sido no solamente apartada de su finalidad, sino que aplicada para contrariar su objetivo lógico. ¡La ley, convertida en instrumento de todos los apetitos inmoderados, en lugar de servir como freno! ¡La ley, realizando ella misma la iniquidad de cuyo castigo estaba encargada! Ciertamente se trata de un hecho grave, como pocos existen y sobre el cual debe serme permitido llamar la atención de mis conciudadanos.” - Frédéric Bastiat



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P.D. Apple, siguiendo su ADN de hacer negocios, lanzo un iPhone que obliga a la gente a gastar más dinero en audífonos inalámbricos, a la gente no le gusto y alguien decidió hacer algo al respecto… iPhone 7 jack.


P.P.D. Cuando se habla de espionaje telefónico y cibernético la gente contesta en automático y a la defensiva: “El que nada debe, nada teme”. A lo que he aprendido a decirles: “Lo que deba no te importa y no le temo a nada”.